Algunas investigaciones sugieren que el aluminio puede ser un factor que contribuye al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Aunque todavía hay una falta de pruebas, las personas deben ser conscientes de los posibles efectos de las toxinas ambientales, como el aluminio.
La enfermedad de Alzheimer es el trastorno cerebral más común que afecta la capacidad mental para realizar las funciones normales de la vida diaria (demencia). Afecta a cerca de cinco millones de personas, y es la sexta causa principal de muerte. La enfermedad se asocia con el envejecimiento, y el riesgo de contraer la enfermedad aumenta significativamente después de la edad de 70 años. Sin embargo, a pesar de que es cada vez más común, con aproximadamente la mitad de todas las personas de 85 y más años de edad que se ve afectada, no es una parte normal del envejecimiento. Ella murió de una enfermedad mental desconocida. Encontró montones inusuales, que ahora se conocen como placas amiloides. Además, había una maraña de haces de fibras nerviosas (ovillos neurofibrilares) en su cerebro. Estos son ahora reconocidos como las dos características principales que se encuentran en los cerebros de las personas con enfermedad de Alzheimer. Un tercer cambio importante es la falta de conexión entre las células nerviosas en el cerebro. Pero lo que hace que estos cambios aún no están claros. Lo que la investigación muestra es que el envejecimiento es el mayor factor que aumenta la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Aunque algunas personas desarrollan la condición prematura (antes de los 65 años), la mayoría de la gente duplican su riesgo cada 5,5 años después de la edad de 65. Las mujeres tienen más probabilidades de conseguirlo, con cerca de dos tercios de los pacientes de ser mujer. La genética y los antecedentes familiares de la enfermedad se han considerado, pero no todos los que tienen genes o antecedentes familiares relacionados con la enfermedad desarrollarlo. Dado que no hay todavía ninguna cura para el Alzheimer, no se aconseja la prueba genética. Otros factores que se han relacionado con la enfermedad de Alzheimer incluyen antecedentes de traumatismo craneal, enfermedad cardiovascular, y la educación formal limitada. Otras condiciones médicas también han sido implicados, como el síndrome de Down, el colesterol alto, presión arterial alta y el accidente cerebrovascular. Sin embargo, algunos investigadores creen que las toxinas ambientales pueden tener algo que ver con los cambios que afectan al cerebro. Una de las sustancias que ha sido culpado por el aumento del número de personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer es de aluminio, un metal natural que se utiliza comúnmente en la vida cotidiana. El aluminio se encuentra en utensilios de cocina, agua, algunos productos alimenticios, medicamentos y productos cosméticos tales como desodorantes antitranspirantes potable. Algunos estudios han sugerido que las personas que utilizan estos productos contienen aluminio son más propensos a contraer la enfermedad de Alzheimer, pero no se ha encontrado una relación directa. Por lo tanto, algunos expertos han desestimado las alegaciones de que la exposición al aluminio es un factor de riesgo para la enfermedad. Los estudios en ratas también muestran que los alimentados con aluminio añadido a su dieta normal tuvieron un aumento significativo de aluminio en el cerebro en comparación con aquellos que no recibieron el metal. Otros estudios también revelan que el aluminio fácilmente ser absorbido en la piel. Así, para algunos científicos, la controversia sobre el papel de aluminio en la enfermedad de Alzheimer es todavía sin resolver y merece más investigación para establecer la evidencia más sólida. El papel de las toxinas ambientales en muchas condiciones médicas crónicas está actualmente bajo investigación. Muchos productos químicos, incluidos metales pesados y otros elementos de tierras están siendo estudiados por sus efectos en el cuerpo humano, y algunos se han relacionado con trastornos cerebrales, malformaciones congénitas, e incluso el cáncer. Por otra parte, hay muchas condiciones crónicas cuyas causas son todavía indeterminado, y los científicos siguen buscando la forma en que los factores ambientales i