Una de las cualidades que a menudo nos encontramos convincente en otra persona es la genuina bondad. Cuando conocemos a alguien que es muy amable, nos sentimos seguros y valorados. Nos sentimos seguros y valorados porque la bondad es lo contrario del juicio, y el juicio es lo que muchas personas tratan de evitar. Nuestro niño interno necesita ser tratado con bondad profunda, ya a menudo nos juzgamos a nosotros mismos para llegar a hacer las cosas bien con el fin de tratar de controlar el conseguir bondad y aceptación de los demás.
“Tú no eres lo suficientemente bueno.” “Si no, eres un fracaso.” “Si usted comete un error, usted es indigno.” “Si a alguien no le gusta usted, usted no está bien.” El ego herido sí cree que la auto-juicio para poder llegar a ponerse en forma, pero la verdad es que la auto-juicio crea el vacío, necesidad, ansiedad, depresión y baja autoestima. Cuanto más se juzga a sí mismo, más se necesita la bondad y aceptación de los demás. Esto no cambiará hasta que usted decida ser amable y de aceptación hacia sí mismo. A juzgarse usted mismo es muy poco amable con usted. Usted puede quedar atrapado en un círculo vicioso de necesitar desesperadamente bondad y aceptación debido a su auto-juicios, entonces juzgarse a sí mismo en un intento de conseguir que otros sean amables y tolerantes hacia usted y sentirse inadecuado, ansioso y deprimido como resultado de el juicio de sí mismo, entonces juzgarse a sí mismo una vez más con el fin de llegar a ti mismo para hacer las cosas bien con el fin de obtener la bondad necesaria y aceptación de los demás. Este círculo vicioso de abandono interior lleva gradualmente a más y más ansiedad, depresión y baja autoestima, así como la incapacidad de ser amable genuinamente a los demás. Uno de los trabajos que debemos hacer como un adulto amoroso es llegar a ser consciente de cuando se está juzgando a sí mismo y se mueva en su bondad para tanto su esencia – su verdadero Ser – y tu Yo herido que está juzgando. Sin embargo, la bondad no significa caer. Usted puede dejar la bondad y la gentileza, tu Yo herido debe juzgarse a sí mismo cambiando conscientemente tus pensamientos críticos a los pensamientos amables. Desde sus auto-juicios son mentiras destinadas a controlar, que siempre te hacen sentir mal. Si te quedas en sintonía con sus sentimientos, usted puede saber de inmediato cuando se está juzgando. En ese momento de conciencia, usted puede ir a su yo interior sabio – su fuente de guía interna – y pregunte si la sentencia es realmente la verdad, y lo que es la verdad. Una vez que sintonizar con la verdad, se puede decir esto a ti mismo. Decirte a ti mismo la verdad es bondadoso. Tomar conciencia de que su intención es vital si usted va a cambiar de auto-juicio a la bondad, la compasión y la aceptación hacia sí mismo. Siempre y cuando su intención es conseguir que otros sean amables, compasivos con usted, ademas de esperar su aceptación, usted se juzgará a si mismo para tratar de conseguir actuar, con el fin de conseguir lo que quiere de los demás. Una vez que usted cambia su intención de amarte a ti mismo en lugar de controlar a los demás, usted comenzará a ser consciente de sus sentimientos que provienen de sus auto-juicios. Todo cambia cuando se pasa de auto-juicio a la bondad hacia su persona. Cuanto más usted se valore más se sentira más seguro y más digno. Finalmente la ansiedad y la depresión son reemplazadas por la paz y la alegría. Cuando la bondad de usted mismo es su prioridad más alta, se le trata amablemente en todas las áreas de su vida – física, emocional, espiritual, financiero, de organización, y en las relaciones con los demás. Usted descubrirá que el kinder se encuentre a sí mismo en todas las áreas de su vida, el más bueno eres para los demás. Cuando ya no necesita a otros para validar y hacer que te sientas seguro, usted encontrará una gran alegría en ser amable con los demás.
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